PERÍODOS DE BONANZA ECONÓMICA EN LA REPÚBLICA DEL PERÚ 

Línea de tiempo

PERÍODO DEL GUANO (1830 - 1876)

El guano, un fertilizante natural extremadamente valioso, se convirtió en la principal fuente de ingresos del Perú durante el siglo XIX, sustituyendo la plata de Potosí. Entre las décadas de 1840 y 1870, el Perú exportó casi 11 millones de toneladas de guano, generando más de 100 millones de libras esterlinas. El Estado peruano firmó contratos y concesiones con empresas británicas, francesas y peruanas, como la de William Gibbs, para su comercialización, esperando usar estos ingresos para pagar la creciente deuda externa. Vizcarra hace énfasis que en el período del 1821 y 1845, el Perú atravesó una etapa de inestabilidad política caracterizada por más de cincuenta cambios de gobierno y la promulgación de siete constituciones. Por lo que los ingresos principales del gobierno provinieron de las aduanas y el tributo indígena, mientras que los gastos, en particular los militares, superaban consistentemente a los ingresos. Estos déficits fueron cubiertos principalmente mediante préstamos de emergencia, muchos de los cuales quedaron impagos hasta la década de 1860 (Vizcarra).

El guano llegó a representar hasta el 80% de los ingresos fiscales del país entre 1869 y 1875.

La extracción de guano, especialmente en las islas Chincha, se realizaba en condiciones extremadamente peligrosas e inhumanas. Los trabajadores cavaban trincheras con picos y palas, exponiéndose a enfermedades respiratorias como histoplasmosis y asma debido al polvo. Tras la abolición de la esclavitud en 1854, el Estado peruano recurrió a culíes chinos, quienes fueron engañados y sometidos a trabajos forzados, lo que reflejó las profundas desigualdades de la época.

A medida que el valor del guano aumentaba, también crecía la competencia internacional por este recurso. Países y empresarios buscaban nuevas fuentes, como en la isla de Ichaboe en Namibia, donde miles de hombres y barcos luchaban por obtener las últimas reservas de guano. Esta búsqueda frenética subrayó la importancia del guano como un recurso estratégico vital para mejorar las tierras agrícolas y generar grandes beneficios económicos. Además, "las ganancias extraordinarias del guano produjeron una era de relativa prosperidad para muchos en el Perú, particularmente para las élites" (Vizcarra). Así, aunque el guano enriqueció a ciertos sectores de la sociedad peruana, las condiciones laborales de los trabajadores permanecieron precarias, lo que evidenció las marcadas desigualdades sociales de la época.

PERÍODO DEL CAUCHO (1880 - 1914)

De acuerdo con Manino (2020), "el período comprendido entre fines del siglo XIX y principios del XX representó una herida violenta para los grupos étnicos de la Amazonía, cuya perspectiva fue invisibilizada durante mucho tiempo" (p. 245). En ese contexto, el mundo atravesaba la segunda revolución industrial, lo que aumentó la demanda de materias primas como el caucho, fundamental para varios productos de la época. Mientras tanto, el Perú, tras la Guerra del Pacífico, enfrentaba tensiones internas entre las élites costeñas y las emergentes élites amazónicas y andinas, lo que provocó conflictos por el control de los recursos naturales. 


Durante este periodo, surgieron los llamados "barones del caucho", quienes acumularon grandes fortunas mediante la explotación de trabajadores indígenas esclavizados, principalmente a través de la Peruvian Amazon Company. Bonilla (1974) sostiene que las difíciles condiciones que soportaron los indígenas fueron ignoradas por los principales actores comerciales (p. 72), y se calcula que alrededor de 40,000 indígenas fueron asesinados o murieron debido a los abusos sufridos. Además, Iquitos había prosperado durante esta época; sin embargo, la extracción del caucho dejó cicatrices profundas a nivel social y cultural en la región amazónica.


PERÍODO DE LA CAÑA DE AZÚCAR (1894-1929)

El periodo colonial en Perú, que abarca desde la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI hasta la independencia en el siglo XIX, se caracteriza por una serie de transformaciones económicas, sociales y culturales. La llegada de la caña de azúcar, traída por Diego de Mora en 1549 desde México, marcó un hito en la historia agrícola del país. Según Morreale (2020), menciona que este cultivo no solo fue pionero en la producción azucarera, sino que también representó el inicio de una nueva industria que tendría un impacto duradero en la economía peruana. La primera producción de azúcar en el ingenio de Mora, ubicado en el valle de Chicama, sentó las bases para el desarrollo de la agricultura en la región y el surgimiento de la caña como un cultivo de gran relevancia.  

A lo largo del siglo XVI y XVII, la caña de azúcar se fue consolidando como uno de los cultivos principales en la costa norte del Perú, especialmente en valles como Chicama y Nazca. La producción de azúcar inicialmente se consideró un lujo y su cultivo era laborioso, lo que requería grandes extensiones de tierra, abundante mano de obra y un suministro constante de agua. Lagos, et al (2019) menciona que "a medida que la demanda por este producto creció, más haciendas comenzaron a dedicarse a su cultivo, desplazando otros cultivos como el trigo". Sin embargo, la industria azucarera enfrentó desafíos, incluyendo desastres naturales como terremotos e inundaciones, que impactaron la productividad y llevaron a algunos agricultores a abandonar sus tierras. 

Las reformas borbónicas en el siglo XVIII introdujeron impuestos que afectaron a la producción azucarera, pero también favorecieron el comercio libre, lo que permitió a las haciendas expandir sus operaciones y aumentar sus exportaciones. A finales del siglo XVIII, algunas familias, como los hermanos Martínez de Pinillos, se destacaron en el comercio de azúcar y chancaca, reflejando el crecimiento económico de la industria azucarera. A pesar de los altibajos en la producción y las fluctuaciones del mercado, la caña de azúcar se estableció firmemente en la economía peruana, y su cultivo se mantuvo como una actividad clave que modelaría la estructura agraria del país en los años venideros. 

PERÍODO DE LA PESCA (1939-1963)

Las poblaciones prehispánicas y posteriores que habitaron el litoral del actual norte chileno hallaron en los productos marítimos como pescados, guano, mariscos y algas una fuente extraordinaria, permanente y abundante para su desarrollo económico, social y político. Durante las primeras décadas que siguieron inmediatamente al descubrimiento, fueron los encomenderos los encargados de explotar el mar y subordinar a los sectores indígenas. Posteriormente, en la década de 1570, se comenzó a configurar el espacio económico peruano que se encargó de reorientar definitivamente las actividades marítimas en el sur andino.

Hacia 1786, Manuel Veas, un español residente en Lima pudo constatar que no obstante la gran demanda que tenía el pescado en la ciudad, su precio era relativamente elevado y su calidad dejaba que desear. Fue entonces que intuye la posibilidad de establecer una pingüe empresa si adquiría una embarcación de regular calado con la que pudiera pescar en alta mar y en abundante cantidad, desplazando de esa manera a las frágiles naves de los indígenas, según Galindo (1981) "En cierta manera, indígenas procedentes de diversas etnias invirtieron la dirección de las tendencias migratorias prehispánicas, cuando de los llanos y las punas marcharon hacia los valles interandinos, para ir, en la Colonia, desde esos mismos valles hacia las alturas o el mar, convirtiéndose de agricultores en pastores o pescadores".  

Hidalgo, J (2019) nos dice que "En suma, el funcionamiento del espacio económico peruano impulsó que en el Corregimiento de Arica vecinos hispanos se especializaran en la extracción y circulación de productos provenientes de la costa, los indígenas tuvieron una importante participación en el funcionamiento de este mercado colonial". Además de la ocupación y explotación de este amplio sistema ecológico puede plantearse positivamente desde una perspectiva de larga duración. 

 

Conclusión 

Nuestro país fue progresando poco a poco este progreso hhatenido un precio muy alto uno que se mide con vidas humanas, sufrimiento y engaño. A lo largo del tiempo los recursos naturales como el guano, el caucho y la caña de azucar trajeron riquezas a nuestro. sin embargo, todas las riquezas y poder se obtuvieron mediante el dolor de trabajadores y comunidades indígenas. Lo que debio ser un avanze para el país, realmente solo profundizò las desigualdades sociales y económicas. Esto nos enseña que el verdadero desarrollo no se puede medir solo en riquezas, sino en como se llega a tratar a las personas, aquellas que dieron y dejaron tanto para no recibir nada más que sufrimiento.

BIBLIOGRAFÍA

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